viernes, 25 de abril de 2014

SOBRE ALIMENTACION CRUDA.


SOBRE EL CRUDIVORISMO: ALIMENTACION CRUDA.
Os traigo acá algunos comentarios aportados por un conocido, el Dr. Domingo Pérez León y de Mercè Passola. Cada cual sacará sus conclusiones; pero no se sabe la experiencia de no pasar por ella.

Aunque no soy partidario del crudivorismo estricto, entiendo que hay personas con un buen aparato digestivo que pueden ser crudívoros estrictos.” Para Domingo Pérez es importante que el 70% de nuestra dieta esté compuesta por alimentos crudos, “que son alcalinos y combaten la tendencia del organismo a acidificarse, lo que causa riesgo de osteoporosis, piel seca, catarros o problemas del ritmo cardiaco.” Insiste en que no hay que confundir el crudivorismo con el vegetarianismo estricto y que todos los nutrientes que necesita el organismo están en la dieta crudívora. “Los crudívoros no deben tener déficits de proteínas ya que pueden comer pescado crudo (tipo sushi, por ejemplo), aguacate o legumbres; la vitamina B12 está en la espirulina y otras algas; y el omega 3 se puede obtener de las nueces y las semillas de lino”.
El crudivorismo es una opción minoritaria y muy extraña para mucha gente. Así que dar el paso puede ser complicado. “Yo ya era la rara -dice Mercè Passola-, por lo que cuando decidí ser crudívora no hubo ningún problema en mi entorno. Pero sí que muchas veces te sientes fuera de lugar.” Hacer la compra y comer en casa quizás no supone más problemas que encontrar productos fiables, limpios de pesticidas y gérmenes, para comerlos crudos. Pero salir a comer o de viaje puede ser toda una aventura.
“Comer fuera es muy divertido. Te puedes encontrar cualquier cosa, pero siempre hay ensaladas y puedes prescindir de los ingredientes de un plato que no te interesan. Y si voy a una fiesta, como una boda, me llevo frutos secos por si me entra el hambre. Si me preguntan por qué como tan poco, ya tengo la frase solución: ‘Hoy no tengo el cuerpo muy fino.’” No le preocupa que muchos médicos aseguren que su dieta puede ser deficiente en nutrientes. Y tampoco le afectan los comentarios de algunas personas que le preguntan si no teme por su salud. “Es muy fácil decir que te faltan vitaminas o proteínas cuando no estás en el grupo ‘normal’, cuando eres un elemento de discordia. Y no dejo que ningún médico controle lo que como por la sencilla razón de que me encuentro bien, con energía, y no quiero que me metan el miedo en el cuerpo.”
Afirma que se siente mucho mejor desde que opta por una alimentación cruda. Pero ¿no echa de menos algún plato cocinado? “A veces, me viene a la mente un plato determinado y decido probarlo. Pero no se puede comparar con un alimento crudo. Cuando llevaba dos años con la alimentación cruda, sentía nostalgia por los cocinados porque no se puede borrar en dos días de la memoria de las células miles y miles de años de alimentación cocinada. Entonces, ¿quizás algún día le apetezca alguna sopa, unas verduras al horno o un plato de pasta? “Tal y como estoy ahora, me costaría volver a los alimentos cocinados. Pero como sé que todo puede cambiar, quizás en unos años...”

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