CALCIO MAGNESIO Y BORO: ¿ A qué pueden
contribuir ?
El Calcio, junto con el Fósforo y
Magnesio, además de ser relajantes musculares al igual que el potasio, constituye
la parte mineral de huesos y dientes. También es necesario para la coagulación
sanguínea, el impulso nervioso, el desarrollo y contracción muscular, la
regulación del ritmo cardíaco, reacciones metabólicas y para la actividad de
distintas hormonas y enzimas.
Más de la mitad del Magnesio del organismo se encuentra formando parte de la estructura ósea. Interviene en la correcta utilización de Calcio en el organismo, favoreciendo su absorción y depósito en los huesos. Se recomienda mantener una proporción 2:1 en el aporte Calcio: Magnesio.
Es
importante para el desarrollo de la musculatura y los nervios que la controlan.
Asegura la adecuada contracción y relajación de los músculos y mejora la
resistencia y fuerza muscular.
Contribuye a la regulación del ritmo cardíaco, a
disminuir la presión sanguínea, al buen estado del sistema inmune y ayuda a
reducir el cansancio y la fatiga. Es necesario para la actividad de las
vitaminas del grupo B, metabolismo de los ácidos grasos esenciales y la glucosa
y para la síntesis de proteínas. También influye en el equilibrio del sistema
nervioso y participa en la defensa antiestrés
del organismo.
El Boro interviene en el metabolismo del hueso y de los nutrientes implicados en su formación y mantenimiento. Favorece la absorción del Calcio, Fósforo y Magnesio y puede prevenir alteraciones en la estructura ósea debidas a deficiencias de Calcio, Magnesio o vitamina D. Podría tener efecto potenciador y/o sustitutivo de los estrógenos y puede contribuir a mejorar la hipertensión por potenciar los efectos como relajantes musculares del Calcio y Magnesio. Sus niveles en el organismo disminuyen, de forma natural, a partir de los 50.