sábado, 26 de febrero de 2011

BAÑO VITAL

BAÑO VITAL
Procedimiento:

Se llena el bidé hasta la mitad o algo más con agua fría. El paciente se sienta en una tabla la cual se sitúa en la parte de atrás, encima del bidé, de manera perpendicular a él con la finalidad de que al sentarse los glúteos no se mojen ya que ello restaría acción a la finalidad deseada. El cuerpo del paciente debe quedar totalmente fuera del agua.
La aplicación de agua fría se hace con un lienzo suave de algodón o guante de crin.
El área a mojar comprende desde el ombligo hasta el pubis, con movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj; también de arriba hacia abajo y de lado a lado. El baño tiene una duración de 10 o 15 minutos o menos si hay sensación de frío. Podríamos alargarlo hasta los 20 minutos. En seguida, el paciente debe secarse bien y vestirse o arroparse en la cama para provocar la reacción de calor.
Este baño estimula la actividad funcional y depurativa de todos los órganos del bajo vientre, a la vez que descongestiona la cabeza y los pulmones. Se estimulan reacciones circulatorias y nerviosas y también térmicas. Se debe suprimir, en el caso de la mujer, durante los días de menstruación y tener presente de llevarlo a cabo fuera del tiempo de la digestión.


ARTRITIS


ARTRITIS
La artritis o inflamación del espacio articular se refiere a más de 100 enfermedades diferentes que causan dolor, hinchazón y limitan el movimiento en las articulaciones y los tejidos conectivos del cuerpo, normalmente con carácter crónico.
Bajo el concepto de reumatismo se engloban diversas afecciones que tienen en común, como síntoma típico, el dolor.
Los factores desencadenantes suelen ser infecciones, focos inflamatorios, desequilibrios hormonales, mala alimentación, tensiones psíquicas y desequilibrio en el ph.
Existen tres grandes campos de las enfermedades reumáticas: reumatismo articular inflamatorio (artritis), reumatismo articular degenerativo (artrosis) y reumatismo muscular y de partes blandas (fibromialgia).

La forma predominante es la osteoartritis, artrosis o enfermedad de la articulación
degenerativa. Se deteriora el cartílago articular que cubre el final de los huesos en la
articulación, implicando a la membrana sinovial y al hueso próximo al cartílago, causando dolor y la pérdida de movimiento. Es una forma lenta y progresiva de artritis degenerativa que se nota más comúnmente en la vejez, aunque pueden presentarse cambios degenerativos prematuros en una persona joven si hay articulaciones previamente dañadas, fracturadas, muy torcidas o con estrés crónico por obesidad . Las principales articulaciones afectadas son manos, caderas, rodillas, columna vertebral, cuello y espina lumbar. En fases avanzadas hay una reacción inflamatoria en la membrana sinovial, degeneración severa que causa dolor, deformación e hinchazón y reduce la capacidad demovimiento.

La artritis reumatoide es un trastorno inflamatorio crónico de causa
desconocida que afecta a las articulaciones del organismo en general, los
tejidos sinoviales se inflaman e invaden huesos y cartílagos con acción
destructiva sobre la articulación. Suele concentrarse en manos y pies,
muñecas, tobillos y rodillas sobre todo de las mujeres. Se cree que uno o
varios antígenos, posiblemente de origen microbiano, desencadenarían
la enfermedad en personas con un sistema inmunitario deficiente. Otros
factores pueden ser nutricionales, hereditarios y las alergias alimentarias,
así como la asociación entre la artritis y la disfunción intestinal.
Hay quien considera que no es una enfermedad de las articulaciones sino una condición generalizada que afecta en algún momento a todos los tejidos del cuerpo. Es una reacción autoinmune en la que el sistema inmunológico genera anticuerpos y ataca los tejidos de las articulaciones hasta ocasionar su inflamación.


Equilibrio ácido-alcalino

Gran número de especialistas en nutrición y salud coinciden en reconocer como causa
común y última de un amplio espectro de patologías crónicas la alteración constante
del equilibrio ácido-alcalino, y su estrecha relación con una alimentación incorrecta y el incremento de la contaminación. Al enorme déficit de alimentos vegetarianos, sin cocer, puros y naturales, con una ingesta constante de sustancias químicas asimiladas por los alimentos con los abonos artificiales, se unen otras sustancias químicas añadidas en los procesos de elaboración (conservantes, estabilizantes, ...).

Nuestra manera no biológica de vivir y comer, que disturbia el equilibrio
central regulativo, conduce a una causa común en todas las enfermedades de la patología humoral: en el fondo se trata de una enfermedad constitucional única, la alteración del equilibrio ácido-alcalino.

La mayoría de nuestros fluidos corporales son siempre ligeramente alcalinos.
Las personas con artritis tienen fluidos corporales más ácidos que alcalinos. La causa primaria de la inversión ácido-alcalina se encuentra en su dieta y hábitos nutricionales. Además, en la artritis reumatoide la agresión de los anticuerpos a las células altera también el ph sinovial.
Casi todos los mecanismos celulares del cuerpo, sobre todo los procesos secretores, la
función nerviosa y la contracción muscular, actúan mejor en un estado corporal ligeramente alcalino, motivo por el que se debe consumir una dieta que consista en alimentos formadores altamente alcalinos, evitando combinarlos con los que forman ácido. Los alimentos que forman ácido son aquellos altos en uno o más de los elementos fósforo, azufre y cloro. Los formadores alcalinos son los altos en uno o más de los elementos potasio, calcio, magnesio y sodio.
La artritis mejoraría al seguir una dieta vegetariana, que normaliza el equilibrio ácido-alcalino: comer a base de fruta, legumbres, soja, tofu, salchichas y leche de soja, frutos secos, cereales integrales, aceites de presión en frío de germen de trigo y soja, pescado azul (sardina, salmón, caballa, atún, ), chucrut (col fermentada), grosella negra, nueces,
yogur de agricultura ecológica, ajo, calabaza. Alimentos especialmente alcalinizantes son: apio, limón, pomelo, naranja, castaña, plátano, remolacha roja, granada, endibia y escarola.

Una alimentación hiperproteica y desnaturalizada acidifica el ph, lo que favorece la alteración de la viscosidad del líquido sinovial y la inflamación artrítica porque contiene una elevada proporción de ácido araquidónico, un ácido graso a partir del cual el organismo produce eicosanoides, sustancias que desencadenan las reacciones inflamatorias. Por ese motivo se debe evitar carne, especialmente de cerdo, bebidas alcohólicas, huevos, aditivos sobre todo los colorantes, espinaca, acelga, chocolate, cola, marisco, queso y leche de vaca porque puede ser uno de los alimentos de la reacción inflamatoria propia de la artritis reumatoide. Debería además evitarse un grupo de vegetales, las solanáceas, que agravan la condición artrítica: tomate, patata, berenjena y pimiento verde, rojo y amarillo.

miércoles, 2 de febrero de 2011

ALIMENTOS NEURONALES

ALIMENTOS NEURONALES.
El doctor Holford ha establecido diez reglas de oro que deben aplicarse a la dieta cotidiana. Las enumeramos acá y son:

1.- Come alimentos integrales, desde cereales integrales, lentejas, judías y nueces, hasta semillas, frutas y hortalizas frescas, y evita los alimentos refinados, blancos y demasiado cocidos.

2.- Toma tres o más raciones de fruta y hortalizas cada día, eligiendo las de hoja y raíz, como berro, zanahorias, boniato, brécol, coles de Bruselas, espinacas, judías verdes o pimientos, crudos o ligeramente hervidos. Opta por las frutas frescas como manzanas, peras, bayas, melones o cítricos y come plátanos con moderación. Diluye los zumos frutales y toma fruta seca , en pequeñas cantidades y remojada.

3.- Toma dos o más raciones diarias de cereales completos como arroz, mijo, centeno, avena, trigo, maíz o quinoa, en forma de granos, pan y pasta integrales.
4.- Evita cualquier forma de azúcar y los alimentos que la llevan añadida.

5.- Combina los alimentos de proteínas con los carbohidratos, ingiriendo cereales y frutas con nueces o semillas, y asegúrate de consumir productos de fécula, como patatas, pan, pasta o arroz, junto con pescado, lentejas, judías o tofú (requesón de soja).

6.- Ingiere pescado de especies carnívoras de agua fría. Una ración de arenques, caballa, salmón o atún fresco, dos o tres veces a la semana es una buena fuente de ácidos grasos omega-3, al igual que hay que incluir en la dieta buen fuentes de proteína vegetal, como las lentejas, judías, quinoa, tofu y hortalizas de semilla. Si tomas proteína de origen animal, elige carne de lomo o pescado.

7.- Come huevos, preferiblemente de granja, orgánicos y altos en ácidos grasos omega3.
8.- Come semillas. Las mejores son las de lino, cáñamo, calabaza, girasol y sésamo. Las aprovecharás mejor moliéndolas primero y esparciéndolas sobre cereales, sopas y ensaladas.

9.- Consume aceites de semillas prensados en frío, tanto para aliñar las ensaladas y las verduras.

10.- Minimiza la ingestión de alimentos fritos, productos procesados y grasas saturadas procedentes de la carne y los lácteos.

En un próximo trabajo hablaremos en meyor profundidad sobre el tema.

Nota. Este trabajo pertenece al dr. Holford; pero figura aquí por coincidencia de criterios con nuestro obrar y entender.