jueves, 26 de junio de 2014

RAZONES PARA NO TOMAR LECHE ANIMAL


Hola amig@s: Os traigo unas reflexiones para darnos cuenta del "rollo" que durante tantísimo tiempo ha convenido a unos pocos hacernos creer; pero ya es hora de despertar.
Os dejo unos comentarios de dos amigas: Susi de Castro y la Dra. Odile.
Mi sugerencia es: " Abandona la leche animal y sustitúyela por leche vegetal:de avena, de arroz, de teff, de almendra, de alpiste, y ganarás en salud".

Una breve nota sobre la leche de Teff:

-Es un cereal rico en hidratos de carbono, principalmente de absorción lenta (no provoca un pico de glucosa inmediato; algo favorable para diabéticos y para los deportistas antes de entrenar o competir)

-Es un cereal sin gluten (apto para celiacos)
-Contiene más metionina que el trigo (la metionina es el aminoácido limitante en las legumbres y que hacen que éstas no tengan una proteína completa, por lo que la combinación de legumbres y teff es estupenda para vegetarianos)

-Contiene hierro, zinc, calcio y otros minerales y vitaminas y menos ácido fítico que los salvados de trigo o avena (el ácido fítico disminuye la absorción de ciertos minerales)

LA LECHE, ¿ES BUENA?.

Bebemos leche porque la industria láctea nos lo impone, pero no porque nuestra naturaleza lo considere necesario.
Tras el destete ninguna especie animal sigue tomando leche porque no lo necesita, ya no necesita crecer tan rápido ni desarrollarse. Nosotros somos el único animal que toma leche tras el destete y este hecho es antinatural.
Para poder digerir la lactosa (azúcar de la leche) necesitamos que actúe una enzima llamada lactasa. Esta enzima la producimos en altas cantidades durante los primeros años de vida, que es cuando necesitamos consumir leche. Los mamíferos de todas las especies experimentan una reducción en la producción de lactasa al final del período de destete (un período específico para cada especie). La producción de lactasa usualmente cae en un 90% aproximadamente durante los primeros cuatro años de vida y va disminuyendo con el paso de los años, esto explica que con la edad cada vez toleremos menos la leche y derivados. Es muy común que las personas mayores no toleren la leche, que “les siente mal” y sufran síntomas digestivos cuando lo hacen, pero nos han impuesto tanto la necesidad de consumirla para no perder el calcio de los huesos que lo hacemos a pesar de que nuestro cuerpo rechace ese alimento.
¿Te has preguntado por qué los dientes de los niños se llaman dientes de leche?. Los dientes están presentes mientras el niño necesita tomar leche. Cuando esta necesidad desaparece, empiezan a caerse (entre los 4 y 6 años). El saber popular ha llamado a estos dientes con mucho acierto “dientes de leche”.
¡Como ves nuestra naturaleza está diseñada para no tomar leche!.
La leche, al igual que la carne, acumula todos los tóxicos con los que ha estado en contacto el animal.
Varios estudios han demostrado la asociación entre el consumo de productos lácteos y el mayor riesgo de cáncer de ovario. El proceso de digerir la lactosa (azúcar de la leche) para convertirla en galactosa daña al ovario.


LA IGF-1, LA LECHE Y EL CÁNCER
La proteína IGF-1promueve la proliferación (crecimiento) celular, y un nivel elevado de IGF-1 puede producir un crecimiento descontrolado, aumentando el riesgo de ciertos tipos de cáncer (mama, colon y próstata). Por el contrario, la proteína IGFBP-3 se une a la IGF-1 disminuyendo su potencial. Por lo tanto, un aumento del índice IGF-1/IGFBP-3 da como resultado un aumento de la proliferación celular.
La caseína, proteína de la leche, produce una elevación de la IGF-1 y se ha relacionado con una mayor incidencia de cáncer.
Una de las principales funciones de la leche es acelerar el crecimiento celular del pequeño bebé (sea de la especie mamífera que sea), mediante una serie de compuestos y hormonas, entre ellos la IGF-1. La leche de vaca está pensada para que el ternero engorde cientos de kilos en un corto período de tiempo, igual que la leche materna posee sustancias que van a hacer que el bebé humano crezca y engorde a gran ritmo durante los primeros meses de vida. Un bebé pesa 3’5 kg. al nacer y unos 10 kg al cabo de un año. Una ternera pesa al nacer 30 kg. y en el momento del destete pesa unos 150 kg. Imagina la cantidad de IGF-1 que hay presente en la leche de vaca.
Si basamos nuestra dieta en una dieta libre de lácteos, los niveles de IGF-1 disminuirán y con ello se eliminará un factor encargado de aumentar la replicación de las células tumorales.

NO A LA LECHE ANIMAL:

Los expertos en nutrición e investigadores de la universidad la realizaron una modificación de la pirámide alimenticia, basada en una nutrición sana, libre de la presión política y grupos de la industria que podrían verse afectados.

La Escuela de Harvard de Salud Pública eliminó la leche de su guía de alimentación saludable, llamada Healthy Eating Plate, sustituyéndola por agua, preferentemente.
Con esto, Harvard envió un mensaje fuerte al USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) y expertos en todo el mundo con el lanzamiento de su guía, misma que reemplaza la pirámide alimenticia.
Los expertos en nutrición e investigadores de la universidad la realizaron, basada en una nutrición sana, libre de la presión política y grupos de la industria que podrían verse afectados.
La mayor prueba de ello es la ausencia total de productos lácteos, debido a que “un alto consumo de estos alimentos aumenta significativamente los riesgos de padecer cáncer de próstata y cáncer de ovario”.
En su guía Healthy Eating Plate también mencionó que los altos niveles de grasas saturadas en la mayoría de los productos lácteos y los componentes químicos de su producción les hace un alimento para evitar.
Deben ser sustituidos por hortalizas como lechuga, coliflor, brócoli, entre otros, y granos de diversas especies, para producir el calcio necesario y de calidad.

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